Este siglo XXI se está caracterizando por la generación en los individuos de cada vez más diversos tipos de apegos , dependencias y adicciones. Factores como el consumismo generalizado, la facilidad de acceso a productos y servicios, la presión de los medios de comunicación y los grandes interés económicos están haciendo mella en las vulnerables e influenciables personalidades de muchos.
Apegos, dependencias y adicciones
Las características que más han ayudado a generar estos apegos, dependencias y adicciones son:
- Inmadurez en adultos que no tiene claros sus objetivos y que prefieren vivir en un mundo imaginario irreal a enfrentarse con el presente.
- Personas con deficiencias emocionales que buscan afectividad a cualquier precio.
- Valores imperantes como el egoísmo, el placer rápido o el hedonismo.
- No implicarse realmente en nada que les cause sufrimiento u obligación.
- Se busca el amor ,afecto o placer sin importar de lo adecuado de la fuente.
- Comportamientos consumistas que no requieren de mucho esfuerzo y que tengan remuneración inmediata.
- Individuos que huyen de la realidad, para eso utilizan químicas, personas o distracciones evasivas.
- No valorar los resultados a medio o largo plazo. No tienen en cuenta los perjuicios que sus actuaciones les pueden generar.

Las soluciones son variadas pero a la vez comunes, deben de conjugarse cambios en la educación, los valores y la actitud para obtener beneficios que puedan ayudar a no entrar en esos procesos dañinos, los más importantes serian:
- Hacer hincapié desde pequeños en lo imprescindibles de las normas, de la ética y de la costumbre de compartir y esperar.
- Encarar el presente y los problemas como una parte de la vida que necesitan irse solucionado con actitud, formación, trabajo y sacrificio.
- Implantar el sentido común , como en la oración de la serenidad , habrá cosas que no podremos solucionar y aceptaremos y otras que sí que podremos y habrá que pensar que medidas podemos tomar al respecto.
- No frustrarse con tan altas expectativas ni cuando los resultados no acompañen.
- Aceptar que todos somos un poco infantiles, inmaduros y neuróticos por los que no cesaremos de trabajar y prevenir situaciones y comportamientos que nos perjudiquen.
A modo de última reflexión creemos que cada persona debe labrarse su vida, ser responsable de sus actos, y aceptar las consecuencias. Tenemos la obligación de dirigir nuestro cuerpo y mente hacia los lugares que más nos favorezcan, hacernos cargo de nosotros mismos. Es un largo y constante camino que vale la pena andar.