Visto desde un prisma racional, nuestra mente nos envía un mensaje claro… Decídete a dejar el tabaco. Las personas tendemos muchas veces a dilatar los conflictos y enredarnos en ellos perdiendo de vista un objetivo más claro.
Se nos brindan muchas oportunidades y métodos que ayudan a obtener los resultados pero siempre partimos de la voluntad personal para iniciar el camino. Las conversaciones con un terapeuta especializado pueden ser fundamentales para que nos influya positivamente y así sentirnos acompañados en el proceso.
En un mundo virtual donde la rapidez es costumbre, nos hemos habituado a soluciones rápidas, fáciles y sin coste personal y en el tema del tabaco no funciona así, ya que sabemos que la parte imprescindible es la férrea decisión constante de mantener un objetivo, no de haberlo conseguido, sino el de mantenerlo en el tiempo. Decídete a dejar el tabaco, cuanto antes empieces, mejor para tu salud.
Nuestras inseguridades se transforman en ansiedad, estrés y miedo a no conseguir nuestras metas, por lo que una buena guía será muy importante para mantener el timón firme. El esfuerzo es básico, escogemos sentirnos bien mediante la racionalidad y el pensamiento cognitivo, así el cambio nos proporcionará aspectos ya conocidos como:
La mejor forma es la de ningunear el proceso, dejar de pensar en lo que nos bloquea la mente y vislumbrar el objetivo a medio o largo plazo.
Vernos como una persona que ha optado por el Decídete a dejar el tabaco en vez de quizás mañana o ahora es mal momento. Nosotros somos lo que atendemos, nuestro día a día, se basa en lo que prestamos atención por lo que son seamos capaces de reorientarnos y fijar nuestra actividad hacia otros focos mucho más saludables y productivos.
Es la actitud en la que nos decimos que yo puedo, sin miedos ni neurosis, nos imaginamos como personas libres de adiciones, sin posponer las decisiones y haciéndonos responsables de nosotros, de nuestras vidas, de nuestro cuerpo, ahora en este momento.